Andando con Jonathan y Alisa Ballou
La familia Ballou — Jonathan, Alisa y sus hijos Justin, Brody, Aralynn y Ava — sirve al Señor en Lamphun, Tailandia, llevando el evangelio a una nación profundamente influenciada por el budismo. Su testimonio refleja preparación seria, convicciones firmes y una fe que ha crecido a medida que obedecen el llamado de Dios.
Jonathan y Alisa recibieron su preparación ministerial en West Coast Baptist College, donde ambos fueron formados en doctrina bíblica, evangelismo, misiones y vida práctica de iglesia. Alisa, además, es hija del Dr. Mark Rasmussen, vicepresidente de WCBC, lo que le dio desde temprana edad una cercanía especial al ministerio y una profunda comprensión del servicio cristiano. En ese ambiente, Dios fue obrando en la vida de ambos — fortaleciendo la fe de Jonathan y guiando a Alisa — para unirlos con un mismo deseo: dedicar sus vidas a la obra misionera.
Después de casarse, el Señor los llevó a Salem, Oregón, donde sirvieron fielmente bajo el liderazgo del Pastor Steve Brown. Fue allí donde Dios confirmó Su llamado a ir a un campo menos alcanzado. Su iglesia en Salem fue la que los envió como misioneros, respaldándolos espiritual y financieramente, y poniéndolos en cooperación con BIMI (Baptist International Missions, Inc.).
Durante sus años de preparación, dedicaron tiempo a estudiar el idioma tailandés y a conocer la cultura, conscientes de que servir en un contexto budista requiere paciencia, sensibilidad y compromiso profundo con el discipulado.
Ya en Tailandia, cuando solo tenían a sus dos hijos mayores, Justin y Brody, comenzaron a ver cómo el Señor abría puertas. Alisa se unió a un proyecto establecido por misioneros veteranos, enseñando en una prisión de mujeres dos veces por semana. Fue un ministerio profundamente significativo para ella, una oportunidad de mostrar el amor de Cristo a mujeres que necesitaban esperanza.
Jonathan, por su parte, dedicó los primeros meses a mejorar su dominio del idioma tailandés y comenzó a enseñar y predicar con creciente fluidez. Aunque al principio sentía nervios al hablar en una lengua tonal completamente distinta al inglés, Dios le permitió avanzar y conectar con corazones necesitados del evangelio.
Después de varios años viviendo en un arrendamiento, la familia se mudó a Lamphun en 2015, con la visión de establecer una obra a largo plazo. El edificio al que se trasladaron se convertiría más adelante en un espacio ideal para desarrollar un centro comunitario y fortalecer el discipulado.
Hoy, Dios ha mostrado Su fidelidad en la obra de los Ballou: personas salvas y bautizadas, una iglesia en crecimiento, oportunidades de formación para nuevos creyentes provenientes del budismo, y puertas abiertas para seguir evangelizando. Trabajar con tailandeses que han crecido bajo creencias profundamente arraigadas requiere constancia doctrinal, amor y claridad; sin embargo, Dios continúa transformando vidas.
La familia Ballou sigue enfocada en la plantación de iglesias, la formación de líderes nacionales y el discipulado profundo. Su historia nos recuerda que el poder del evangelio trasciende culturas, que la obediencia abre caminos, y que Dios sigue llamando obreros dispuestos a servir donde la necesidad es grande.
Video de hoy: https://youtu.be/2lTHY2Q0qkI
Leer: 1 Corintios 1-4; Proverbios 29
Contar y comparar el uso de la palabra "sabiduría" en la lectura. ¿Cuántas veces aplica sabiduría humana y cuántas veces sabiduría divina?
