Caminando en victoria
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2 Corintios 10:3-5
El Dr. Horatius Bonar, pastor escosés y escritor de himnos de los años 1800, dijo que era posible saber si un cristiano estaba creciendo en la gracia. “En la proporción de su crecimiento en la gracia elevará cada vez más a su Maestro, hablará menos de lo que él hace, y se hará cada vez más y más pequeño en su auto estima, hasta que, como la estrella vespertina, se deshará antes de el sol que emerge. Jonatán estuvo dispuesto a menguar para que David fuera exaltado; y Juan el Bautista mostró el mismo espíritu de humildad”.
La guerra espiritual es una realidad diaria en nuestras vidas. Pablo le dijo a Timoteo que era necesario pelear para obtener la victoria. “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2:3). Nuestra victoria sobre el enemigo requiere que usemos el tipo correcto de armamento. El orgullo nos detiene de recibir la bendición y el poder de Dios. Si insistimos en pelear con nuestras propias fuerzas, es seguro que fallaremos.
El comienzo de nuestra humildad se encuentra el nuestros pensamientos. Si los llevamos cautivos a Cristo, el orgullo no tiene un lugar para crecer en nuestros corazones. Pablo escribió, “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3). El pensar correcto, mantener a Cristo en una posición preeminente, es esencial para vivir correctamente.
Principio de renovación de hoy: La victoria sobre la guerra espiritual empieza cuando caminamos en obediencia para Dios desde nuestros pensamientos.
28 de septiembre - LEER - Zacarías 1-7
De acuerdo con Zacarías 1:15, ¿qué subió la ira de Dios contra las naciones paganas que oprimieron a Israel?