Basta

Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán. Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo; porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.

Deuteronomio 3:26-28


Deuteronomio 3 tiene algunas cosas interesantes. ¡Me encanta el parte sobre el gigante con la cama de hierro donde Dios literalmente da las dimensiones de su cama para ayudarnos entender que tan grande es!


Pero otra cosa que me llamó la atención es que Dios dice a Moisés, “Basta, no me hables más de este asunto”. ¿Qué es el contexto de este mandado?” Moisés no obedeció a Dios en solo hablar a la roca para sacar agua. Moisés estaba frustrado con la gente y la situación y él pegó a la roca dos veces. Desobedeció, y en desobedecer, él representaba a Cristo equivocadamente porque Dios iba a hacer el milagro obvio solo con el sonido de la voz de Moisés.


Por versículo 26 del texto, suena que Moisés trató de cambiar el castigo, la idea de Dios. Él pidió perdón, misericordia y probablamente dio excusas de su frustración a Dios tratando de evitar el castigo de no poder entrar en la tierra prometida después de todo que había pasado. Pero aquí escuchamos Dios decir, “Basta, no me hables más de este asunto”. ¡Fuerte! Dios, sí, había perdonado y lo usó después de eso, pero no iba a ir contra de Su Palabra. 


Con las palabras fuertes, Dios dice que Moisés puede subir y ver la tierra con sus propios ojos. Después, le da indicaciones de retar, animar y fortalecer al siguiente líder, Josué. 


¿Y nosotros hoy? ¿Tenemos algo que seguimos pidiendo a Dios de quitar de nosotros, algo que es la consecuencia de nuestras propias acciones? Dios dice “basta, no me hables más de este asunto”. Después Él dice de ir para animar y fortaleza a alguien más que está haciendo buen trabajo en la obra. Muchas veces necesitamos parar de quejar por los resultados de nuestras acciones y solo ir para animar a otro haciendo bien.


Leer: Deuteronomio 3-4; Proverbios 12

En una frase, dar la conclusión de capítulo 4.