Fe falsa

“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”


Mateo 7:22-23


Si usted va al centro de los Angeles es posible que se encuentre con un hombre con el que yo me topé una vez que fui allí. Su ilusión se vio rápidamente en cuanto empezamos a platicar y me dijo que el era Elvis Presley. No estaba bromeando, de verdad creía que lo era. Su creencia dictaminaba su comportamiento y su manera de ver el mundo. Claro que él no era Elvis, pero él estaba tratando de vivir como si lo fuera. Lo mismo le puede pasar a una iglesia también. Jesús dijo que no todos los que dicen ser cristianos en verdad lo son. 


No deberíamos de vivir con duda miedo al respecto de nuestra salvación. La Biblia enseña claramente que aquellos que son salvos no pueden perder la salvación. Al mismo tiempo, le verdad es que hay muchos que han declarado tener fe y nunca han sido salvos. Pablo advirtió a la iglesia de los Corintios respecto a esto. “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5).


La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas producirá fruto. Podemos afligir al Espíritu y contristarlo, pero si nuestra fe es real, si es que de verdad hemos sido convertidos, habrá evidencia de ese hecho. Decir que tenemos fe no es suficiente. Santiago dio una advertencia muy clara: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” (Santiago 2:19).


Principio de renovación de hoy: Examine su vida para asegurarse de que esté dando frutos y testificando del hecho de que usted tiene una fe viva y verdadera. 


15 de noviembre - LEER - Hechos 9-10


Hechos 10:34 dice “que Dios no hace acepción de personas”. ¿Qué solicitó este dicho y qué significa?