Por qué la fe le agrada a Dios


“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”


Hebreos 11:5-6


Enoc hace una aparición corta en las páginas de las Escrituras, pero su historia tiene una lección importante acerca de la fe y el rol que juega en nuestras vidas. La cosa que más sobresalió en su vida, el enfoque central de su testimonio, fue que Enoc agradó a Dios. Hay muchas cosas buenas que se pueden decir de una persona, pero no puedo pensar en una mejor. Desde el día que nació su hijo, Enoc caminó con Dios de una manera muy cercana y especial. “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas” (Génesis 5:22).


El escritor de Hebreos, en el contexto de la vida de Enoc, dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Hay dos partes en esta ecuación. Primero, sin fe no podemos tener un deseo por una relación con Dios como la que Enoc tuvo. No vamos a ir a Dios de manera regular si no tenemos fe. Dios ha escogido revelarse a Sí mismo a través de las Escrituras. Si estamos buscando cosas tangibles estamos buscando en el lugar equivocado. La fe ve lo invisible. 


Segundo, sin fe no vamos a orar. La oración es el medio que Dios ha ordenado para cumplir con nuestras necesidades. Pero si no confiamos en que Él escucha y contesta, ¿por qué oraríamos? Sin fe, la oración se seca. Sin oración, nuestro andar y nuestro trabajo espiritual se secan. 


Principio de renovación de hoy: Ya que nuestro caminar cristiano solo es posible por fe, nuestras vidas deben de estar sumergidas en la Palabra para que nuestra fe crezca y para que Dios se agrade.


07 de noviembre - LEER - Juan 9-10 


En Juan 10, cuando los Judíos tuvieron el plan de apedrear a Jesús, ¿qué base usaron para justificar sus acciones?