La fe y lo imposible
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios”
Lucas 1:35-37
Cuando Gabriel llegó a María con la notica de que ella sería la madre del Mesías, le estaba hablando de algo sin precedentes que estaba a punto de suceder. El nacimiento virginal no solo era raro, era imposible. Pero cuando Dios está involucrado no hay nada imposible. El Dr. Tom Malone solía decir: “Cuando Dios quiere hacer algo grande, empieza por lo difícil. Cuando quiere hacer algo milagroso, empieza por lo imposible”.
Aún a la luz de este anuncio increíble, la fe de María estaba firme. “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lucas 1:38). María confiaba en todo lo que Dios decía. Eso es fe en acción. No importa si lo hemos visto antes. No importa si nadie más ha escuchado que algo así haya sucedido, si Dios dice que va a pasar, por más imposible que parezca, va a pasar.
Claro que ha habido casos en los que la gente hace cosas tontas que Dios no pide y las llaman fe, pero esas fallas no deben de alejarnos de clamar por las promesas que Dios ha puesto en Su Palabra. Él siempre cumple Sus promesas, y podemos confiar en Él, aún en lo imposible.
Principio de renovación de hoy: Confíe en Dios lo suficiente como para dejar su asiento y haga algo grande para Él.
08 de noviembre - LEER - Juan 11-12
Caifás dijo “que nos conviene que un hombre muera por el pueblo”. Aunque vemos este dicho como profecía sobre la obra de redención de Cristo, de acuerdo con el versículo 48 del capitulo 11, ¿cuál era la intención de Caifás cuando lo dijo?