Fe y contentamiento

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”


Filipenses 4:11-13


A pesar de que el ministerio del apóstol Pablo fue muy efectivo, no fue fácil. Él fue constantemente atacado por su predicación; por los judíos que se oponían al mensaje de que Jesucristo era el Mesías, por los líderes paganos que se oponían a la enseñanza en contra de la idolatría, y por las autoridades romanas que veían a la nueva religión como una amenaza. Pablo fue golpeado, encarcelado, apedreado, náufrago y se encontró huyendo por su vida muchas veces. A pesar de todas las pruebas y los retos que enfrentó, Pablo descansó en su fe. 


La iglesia en Filipos comenzó en una era de gran persecución. Uno de los primeros miembros fue el carcelero que había mantenido prisionero a Pablo después de que un terremoto lo dejó libre. La carta que conocemos como el libro de Filipenses fue escrito por Pablo mientras estaba en la cárcel en Roma por su predicación intrépida. Pese a todo lo que sufrió y las dificultades en las circunstancias, Pablo dijo que estaba contento. 

El verdadero contentamiento no tiene nada que ver con nuestras posesiones o nuestra posición, tiene todo que ver con nuestra fe. Nuestro Dios nos recuerda que la abundancia y la escasez son parte de Su plan, y que cuando reconozcamos esa verdad podremos encontrar contentamiento en cada situación. El contentamiento nos ayuda a intentar hacer cosas más grandes para Dios, sabiendo que la fuerza que se nos da en Cristo será la necesaria para cualquier prueba que enfrentemos. 


Principio de renovación de hoy: Mientas más confiemos en la bondad y en la provisión de Dios, estaremos más contentos sin importar nuestras circunstancias. 



06 de noviembre - LEER - Juan 7-8


De acuerdo con Juan 8:7, ¿qué dio Jesús como el criterio de ejecutar juicio en otro persona?