La medida del amor

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”

Efesios 4:31-32


El historiador Charles Flood en su biografía “Lee: Los Últimos Años” cuenta la historia del famoso general que visitó a una mujer en Kentucky. Ella le enseño los restos destrozados de lo que una vez fue un árbol hermoso que estaba plantado en frente de su casa. El árbol fue golpeado varias veces por la artillería de las fuerzas de la Unión. De acuerdo a la historia, ella esperaba que Lee condenara esa destrucción y que se uniera a ella en su pérdida. En vez de eso, respondió, “córtelo, querida señora, y olvídelo”. 

Mientras nos aferremos al dolor y a la tristeza del pasado, estamos encadenados a ellos. A pesar de esto, muchas personas batallan en dejar ir una ofensa o algo de dolor. Uno de los secretos para el perdón es el amor. De hecho, alguien dijo, “puedes medir tu amor por alguien si observas qué tan rápido lo perdonas”. Es imposible amar a otra personas como Dios lo ordenó, igual que a nosotros mismos, mientras cosechamos la amargura y el resentimiento hacia ellos. El amor clama por el perdón. 

Dios no nos perdonó porque lo merecíamos. No nos amó porque fuéramos amables. Él nos perdona “por el amor de Dios”. Cuando perdonamos, no estamos diciéndole a la otra persona que estuvo bien lo que hizo o que no nos lastimó. Estamos diciendo que los amamos como Dios nos ama y extendemos el perdón basado en ese amor. Si nos es difícil perdonar debemos de intentar amar a la persona que nos lastimó, y cuando lo hagamos podremos encontrar la manera de obedecer el mandato de Dios de perdonar. 


Principio de renovación de hoy: Mientras el amor por los demás fluye en su corazón, le será más fácil perdonarlos cuando le hagan algo malo. 


16 de octubre - LEER - Marcos 6-7


Según el capitulo 7 ¿Qué es lo que en verdad contamina al hombre?