Denuedo Inquebrantable: ¡Ande con Dios y Brille!
Imagine la escena: Pedro y Juan, pescadores sin títulos ni diplomas, de pie ante los poderosos del Sanedrín. Los líderes quedan sorprendidos. Hechos 4:13 lo declara con claridad: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”. Esa es la clave. No era su elocuencia humana ni su preparación académica. Era la marca evidente de haber andado íntimamente con el Rey de reyes. Su transformación proclamaba: ¡Aquí hay alguien que ha estado con Dios! Lo que antes era miedo ahora era valentía; lo que era duda ahora era certeza. Y todos podían verlo.
Luego viene el desafío directo en Hechos 4:19: “Respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios”. No es una frase dramática; es una declaración de prioridades eternas. No se trata de lo que usted piense, de lo que otros opinen o de lo que el mundo presione. Se trata de poner a Dios en primer lugar, siempre, sin negociación. Allí se traza la línea. Cuando el mundo grita “¡Conformaos!”, quien anda con Jesús responde: “¡Primero Dios!”
Y esto es lo que ocurre cuando usted anda con Él día tras día. En la oración, en la Palabra que enciende su corazón, en cada acto de obediencia… Él lo forma. Le da un denuedo que no se explica con lógica humana, una sabiduría que no se aprende en aulas y una paz que resiste cualquier tormenta. Este andar no es un compromiso ocasional; es una transformación diaria que lo fortalece y lo afirma. El mundo intentará doblarlo con opiniones, amenazas, expectativas y modas. Pero usted, lleno del Espíritu Santo, se mantiene firme y declara: “Mi brújula es Dios, no el ruido humano”.
El impacto es real. Sus palabras traen verdad, sus acciones reflejan luz y su firmeza despierta corazones. Usted no es perfecto, pero la gloria de Dios resplandece a través de su vida. La gente nota: “Este no se mueve. Este ha estado con Jesús”. El tímido cobra valor, el confundido camina con claridad, el inconstante se afirma sobre la Roca eterna.
Esto no se trata de usted; se trata de glorificar a Aquel que lo llamó. Cada vez que pone a Dios primero, el cielo se alegra y otros pueden ver a Cristo en su vida. ¿Le han dicho recientemente: “Algo ha cambiado en usted”? Ese cambio es Él.
Así que hoy, levántese con propósito. Deje las opiniones, deje los temores, deje las comparaciones. Ande con Dios. Priorícelo por encima de todo. Y verá cómo su vida se convierte en un testimonio vivo que inspira a otros a caminar con Él. Cuando Dios es primero, lo imposible se hace evidente.
(No hay video hoy.)
Leer: Hechos 4-6; Proverbios 17
En Hechos 5, cuando los apóstoles fueron liberados milagrosamente de la cárcel por un ángel, ¿cuál fue la instrucción específica que el ángel les dio, y por qué es significativa para entender la misión central de la iglesia primitiva?
