Manteniendo la guardia arriba
“Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” 1 Corintios 10:10-12
Nunca debemos olvidar que tenemos un enemigo cuyo propósito es destruirnos y dejarnos inefectivos para servir a Dios. Una de las armas más peligrosas de su armamento es el orgullo. Cuando nos volvemos orgullosos bajamos la guardia, pensando que no estamos en riesgo, y en ese momento, el diablo ataca. Muchos hombres y mujeres que han servido a Dios por años y han hecho mucho para Él han sido presas del engaño del orgullo.
Winston Churchill sabía la importancia de protegerse contra el orgullo a la luz de su posición prominente y de sus grandes logros. Una vez se le preguntó: “¿No le emociona que cada vez que usted da un discurso se llenan los auditorios y ya no cabe más gente?” “Es muy halagador”, contestó Churchill. “Pero cada vez que me siento de esa manera, tengo que recordar que si en lugar de dar un discurso político, estuviera siendo colgado, el público sería el doble”.
Dios nos ha dado cada habilidad y talento que tenemos. Su Espíritu nos da fuerza para trabajar para Él. No tenemos nada de que estar orgullosos. Pablo nos recuerda, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). Ya que no tenemos nada que Dios no nos halla dado, no tenemos fundamentos para gloriarnos. Es fácil ver alrededor y declararnos los arquitectos de nuestras propias vidas, dándole al diablo los medios para un ataque devastador.
Principio de renovación de hoy: No permita que el orgullo lo atraiga para tener una seguridad falsa, mantenga su guardia arriba para que no sea destruido por el diablo.
27 de septiembre - LEER - Hageo 1-2
Una palabra “clave” en el libro de Hageo es “considerar” encontrado cinco veces. ¿Qué debemos “considerar” en capítulo 1:1-7?