Usted es un ejemplo

“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada” 1 Tesalonicenses 1:6-8.


Se dice que en una ocasión alguien se acercó al evangelista George Whitefield y le dijo: “Me gustaría escuchar su testimonio de muerte”. Whitefield respondió: “No, con toda probabilidad no daré testimonio de mi muerte”. Algo sobresaltado, su interrogador preguntó: “¿Por qué no?” Whitefield dijo: “Porque estoy dando testimonio todos los días mientras viva, y será menos necesario cuando muera”.


Todos los días estamos dando ejemplo a los demás, seamos conscientes de ello o no. Cuando Pablo escribió a la iglesia de Tesalónica, les dijo que los estaba usando como ejemplo para otros creyentes, y que incluso antes de que lo hiciera, la palabra de su fe ya se había difundido.


No debe haber ninguna duda en la mente de cualquiera que nos conozca de que estamos comprometidos a seguir a Dios y que Él está obrando en nuestras vidas. Si bien no vivimos para la alabanza o la aprobación de los demás, tampoco debemos descuidar el testimonio que nuestras vidas tienen sobre ellos. Pablo escribió: “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí” (Romanos 14:7). Todos los días, en formas grandes y pequeñas, y a menudo en formas de las que ni siquiera somos conscientes, estamos influyendo en los demás. Si esa influencia es positiva o negativa está determinada por cuán cerca estamos caminando con Dios y permitiendo que Su obra de gracia continúe en nuestras vidas. Recuerda siempre que a medida que el evangelio le transforma, también tiene un impacto en los demás.


Principio del evangelio para ser edificado: La conciencia de nuestro testimonio en los demás debe recordarnos vivir fielmente cada día.


29 de agosto - LEER - Ezequiel 1-4 


En Ezequiel 3:5-7, ¿qué dijo Dios a Ezequiel que iba a ser la diferencia si hubiera sido un misionero extranjero?