Caminar en la Palabra

“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes” 1 Tesalonicenses 2:13.


Una de las cosas más importantes que los cristianos de hoy en día tienen que hacer es apreciar el poder y el propósito de la Palabra de Dios. La Biblia no es solo un libro, no es una colección de historias morales ni el producto de los hombres actuando por sí solos. La Biblia no es nada menos que las palabras que Dios nos ha dado para que aprendamos y las sigamos. La manera en la que vemos la Biblia determina una gran parte del curso de nuestras vidas. Los cristianos que ven la Biblia de una manera casual no van a crecer ni desarrollar su fe. El salmista escribió, “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmos 119:9).

Charles Spurgeon escribió, “es una bendición poder entrar hasta el alma misma de la Biblia, hasta que uno comienza a hablar en el idioma de las Escrituras, y el espíritu es adornado con las palabras de nuestro Señor, hasta que la sangre se convierta en la misma esencia de la Biblia que fluya por nosotros”. La única manera de tener la Palabra de Dios fluyendo por nuestros corazones para que nos guíe y controle nuestros pasos es primero dejar que llene nuestras mentes y nuestros corazones.

Llenar el tanque de la gasolina del carro no es un evento de una sola ocasión. Es algo que se tiene que repetir una y otra vez. De la misma manera necesitamos ir a “llenarnos” con la Biblia. Leer, estudiar y memorizar las Escrituras no es solo para los jóvenes, debe de ser un compromiso diario si se piensa ir por los caminos de Dios.


Principio de renovación de hoy: Cada día de su vida debe de ser caracterizado por una atención cuidadosa de los preceptos de la Palabra de Dios. 


12 de septiembre - LEER - Ezequiel 43-45


En la visión del Templo de Ezequiel, ¿qué se observa en el capítulo 43:1-5?