Nuestro caminar y la Palabra

“Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre” Deuteronomio 8:3.


Cuando Satanás tentó a Jesús después de haber ayunado y orado por cuarenta días en el monte, usó las mismas técnicas que ha usado contra hombres y mujeres por siglos. En contra de Jesús, estas técnicas no funcionaron. Aunque Jesús era cien por ciento Dios, era cien por ciento hombre también, y sintió el peso de la tentación. Jesús dio una respuesta que podemos usar como un patrón; usó la Palabra de Dios para contestar a cada oferta del diablo.

Es imposible vivir una vida cristiana victoriosa y productiva, sin una lectura y meditación constante en las Escrituras. Así como la comida es la fuente de nuestra fuerza física, la Palabra de Dios es nuestra fuente de fuerza espiritual. Es interesante que Dios usó la historia del maná que le dio al pueblo de Israel para resaltar la importancia de la Biblia. 

La comida que Dios envió del cielo en respuesta a las necesidades de los israelitas fue algo nunca antes visto. Solo se podía conseguir temprano por la mañana. Si la gente esperaba mucho para recogerla, se derretía en el sol, y no podía ser almacenada para el futuro. A excepción del sábado, el maná tenía que ser recogido todos los días, y si pasaba la noche, los gusanos lo convertían en basura. El principio es el mismo, tenemos que tomar fuerzas de la Palabra de Dios a diario para caminar victoriosos. 


Principio de la renovación de hoy: Mantenga la Palabra de Dios como el centro de sus pensamientos y decisiones a diario, y podrá tener victoria sobre la tentación


31 de agosto - LEER - Ezequiel 9-12


¿Qué hizo Ezequiel en 12:2-11 para ilustrar a Judá que ellos iban a ser llevados en cautividad?