El poder humano no puede frustrar el plan de Dios

“Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”.

Mateo 2:2


Mateo 2 nos muestra escenas muy humanas y muy divinas a la vez: sabios de oriente que buscan al Mesías, un rey celoso que intenta matarlo, padres que obedecen a Dios y huyen para proteger al Niño, y profecías que se cumplen al pie de la letra. Este capítulo no es solo historia; es también un espejo para nuestra vida espiritual: ¿cómo buscamos a Jesús?, ¿cómo respondemos a la dirección de Dios?, ¿creemos en la fidelidad de Su Palabra?


Los magos viajaron largas distancias movidos por la fe. Ellos no eran judíos, pero reconocieron al Rey. Esto nos recuerda que la verdadera fe nos impulsa a movernos y a rendir honor al Señor, aunque cueste. Dios usó una estrella y sueños para dirigirlos. Él sigue usando Su Palabra, Su Espíritu y las circunstancias para mostrarnos Su camino. Cuando nos acercamos con corazón sincero, Él promete dirigirnos.


José obedeció inmediatamente cada instrucción (huir, regresar). Su obediencia permitió que Jesús estuviera a salvo y que las profecías se cumplieran. La obediencia no siempre es cómoda, pero siempre trae seguridad y bendición. Aunque puede causar miedo, inseguridad y muchas dudas, el camino de la obediencia siempre valdrá la pena.


Herodes, con todo su poder, no pudo detener el plan divino. Esto nos da esperanza: ningún obstáculo, enemigo o circunstancia puede arruinar los planes de Dios para nosotros si permanecemos en Su voluntad. Satanás no puede derribar la obra del Señor ni lo que Dios está haciendo en nuestras vidas, pero sí puede causar desánimo, temor y tratar de engañarnos para detenernos. No le demos lugar. Aunque es un camino difícil, Jesús prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo.


Desde Su nacimiento, Jesús es reconocido por gentiles. Esto muestra el corazón misionero de Dios: Su salvación es para todas las naciones, sin distinción. ¡Qué precioso! Su nombre es reconocido, pero aún así hay muchos esperándole. ¿Qué hará usted para que otros conozcan al Señor? La meta de nuestra vida no es vivir para nosotros mismos ni para beneficio propio, sino vivir para Dios y llevar estas verdades a otros que van por la vida sin esperanza. Así como los magos tuvieron fe y esperanza en el nacimiento de Jesús, hay muchos hoy esperando encontrar esa esperanza. También hay un enemigo espiritual tratando de ocultar esta verdad de aquellos que no conocen al Señor. No coopere con sus intentos; más bien, sea un instrumento en las manos de Dios para que otros sean salvos.


Cada detalle del capítulo confirma las profecías: Belén, Egipto, Nazaret. Podemos descansar confiados en que todo lo que Dios promete, lo cumplirá.


Herodes intentó matar a Jesús, pero Dios ya había preparado una vía de escape. Ningún plan del enemigo puede detener los propósitos de Dios en nuestra vida si permanecemos en Su voluntad. Necesitamos ser la luz que guíe a otros a Sus pies. Necesitamos llevar la esperanza de salvación a otros hoy. La Palabra de Dios es confiable y siempre se cumplirá. Podemos basar nuestra fe y nuestras decisiones en ella, y así compartirla con otros.


Al reflexionar sobre esta historia, pregúntese: ¿Estoy buscando activamente al Señor, como los magos, o solo sé de Él? ¿Quiero conocerlo íntimamente? ¿Estoy obedeciendo sin demora cuando Dios me muestra Su voluntad, como José? ¿Creo de verdad que ninguna situación podrá frustrar el plan de Dios para mi vida? ¿Reflejo en mis acciones que el evangelio es para todos, sin exclusión?


Video de hoy: https://youtu.be/_z5BdNStRY4


Leer: Mateo 2 y Proverbios 3

¿Cuánto tiempo pasó para que los magos encontraran a Jesús?