Estar Llenos


“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.

Mateo 5:3-6


En “Lecciones a Mis Estudiantes” Charles Spurgeon escribió: "Cuando tu propio vacío es dolorosamente impuesto a tu conciencia, te reprochas que alguna vez soñaste con ser completo, excepto en el Señor". Cada uno de nosotros tiene la opción de buscar la plenitud en las cosas de Dios o en las cosas del mundo. Cuando nos conformamos con satisfacción en menos de lo que Dios tiene para nosotros, estamos condenados tanto a fracaso para alcanzar lo mejor que Él quiere para nosotros, como también a la decepción.

Las cosas del mundo nunca satisfacen. Jesús dijo, “


Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre! ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis (Lucas 6:25). No solo las cosas del mundo no satisfacen, pero también no dejan espacio para ser llenos del Espíritu de Dios. Su presencia esta en nuestras vidas desde el momento en que somos salvos, esto no significa que caminamos en la plenitud de Su poder. El plan de Dios es para que Su Espíritu Santo no solo nos influya, sino también para controlar nuestras vidas, pensamientos, y nuestras acciones.


No hay manera de recibir las bendiciones de Dios en la medida que Él quiere darlas aparte de la llenura del Espíritu Santo. Y no hay manera de ser llenos por Él, amenos que tengamos hambre y sed para ser llenos del Espíritu Santo. Lo que más deseamos es revelado en lo que escogemos, en vez de lo que decimos. Las cosas que en verdad deseamos son las cosas en que pensamos, hablamos, y nos enfocamos. El mundo esta lleno de distracciones y tentaciones, pero si nuestro apetito esta enfocado en lo correcto, encontraremos nuestras vidas llenas del Espíritu de Dios.


Principio de hoy para permanecer Arraigados: En cuanto más esté lleno del Espíritu de Dios,  menos va a desear las cosas del mundo.