¿Uvas o uvas silvestres?
“La había cercado y despedregado, y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres”.
Isaías 5:2
Dios hizo todo lo posible por Su pueblo: lo escogió, lo protegió, le dio Su Palabra, lo bendijo. Así como un agricultor cuida su viña con esmero, Dios espera que usted pueda responder con fidelidad, justicia y obediencia. Por eso lo cuida.
Aunque Él anticipadamente esperaba un buen fruto y grande, notamos que Él mismo dice que encontró uvas silvestres, es decir, un mal fruto. La decepción de Dios no es por falta de amor, sino porque Su pueblo eligió el pecado en lugar de la obediencia. Dios no se complace en el castigo; Le duele cuando Su pueblo no responde a Su gracia. Él preparó el campo donde hoy estamos; Él está esperando recoger buen fruto de lo que Él sembró (nosotros).
Dios ha invertido tanto en usted, más de lo que se imagina: Le ha dado Su amor, Su Palabra, Su Espíritu, Su guía y Su perdón. Así como un agricultor cuida una viña con dedicación, Él lo ha cultivado con paciencia. Pero ahora una pregunta: ¿Está usted dando buen fruto? ¿Por qué abandonó su lugar en la viña del Señor? ¿Qué hace que usted sea un mal fruto? ¿Pecado?…
A pesar de todo el amor invertido, la respuesta fue decepcionante. Las “uvas silvestres” simbolizan una vida que aparenta tener fruto, pero en realidad está contaminada por el pecado. Es religiosidad sin corazón, obras sin justicia, adoración sin obediencia. Y no afecta solo a usted: afecta a los demás que sí están queriendo dar un buen fruto; afecta a su familia, amigos y personas nuevas en la viña del Señor; afecta a la congregación.
Dios no es indiferente. Cuando Su pueblo persiste en desobedecer, Él permite el juicio no para destruir, sino para corregir. La disciplina de Dios es una expresión de Su santidad, pero también de Su amor. Él lo llama al arrepentimiento. Este es el día en que usted puede dejar de ser mal fruto.
Hoy es un día para examinar si lo que sale de su vida honra a Dios. Evalúe si es un buen fruto. No se trata de perfección, sino de disposición. No sea como la viña que dio uvas silvestres…
Vuélvase a Él mientras hay tiempo, y deje que Él transforme su corazón. Él está buscando recoger fruto bueno y eterno.
Video de hoy: https://youtu.be/STFhaAqSKhM
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