Andando con Bruce Olson (parte 1)
El misionero Bruce Olson tiene una historia muy interesante e increíble de como Dios lo ha usado para Su gloria. Él siempre asistió a una iglesia junto a su familia desde pequeño; pero, no era una iglesia que creía en la salvación por gracia por medio de la fe.
A Bruce le encantaban los idiomas y a una corta edad aprendió el latín, hebreo y el griego. Para practicar esos idiomas, él se había hecho la costumbre de leer la Biblia. Bruce disfrutaba más el latín, así que prefería más el Antiguo Testamento. Le encantaban las historias, pero muchas veces no entendía e incluso muchas de las profecías le atemorizaban.
Él pensaba que Dios era alguien temible y en ciertas ocasiones malo. Bruce pensaba y se preguntaba: ¿cómo podía ser amigo de Dios si parecía que Él no era muy amable?
Un día decidió que iba a practicar más el griego y empezó a leer los Evangelios. Todo era muy diferente al Antiguo Testamento, pues parecía que este Jesús del que tanto hablaba era alguien super amable, que mostraba mucha gracia, amor y compasión. Así fue como Bruce empezó a ver y comprender el amor de Dios.
Bruce continúo leyendo y tenía muchas preguntas; pero no tenía a nadie que las contestara. Pues su padre era alguien muy estricto y frío. Por otro lado, el pastor y los hermanos de su iglesia, solo creían en la salvación por obras y en los sacramentos.
Un día, Bruce decidió poner su fe en Dios y hacer lo que dice Su Palabra—él estaba tan contento y tenía tanto gozo. Él no lo contó a nadie de su familia, pues sabía que no lo entenderían y estaría en problemas. Unas pocas semanas después, él pudo ver a su mejor amigo de la infancia y ambos tenían una gran noticia que contarse.
Su mejor amigo le contó como él había conocido al Señor y había sido salvo. Bruce tenía la misma noticia que dar y se gozaron el uno con el otro. El padre de su amigo era el pastor de una iglesia cristiana, así que lo invitaron. Bruce muy contento aceptó asistir y sorprendentemente sus padres le dieron permiso.
A Bruce le encantó el servicio en la nueva iglesia. Todo era muy diferente, los cantos, la actitud de las personas, el ambiente y la predicación de la Palabra de Dios. El pastor los animaba a aprender de Dios personalmente y a tener una relación con el Señor, así que cada vez que tenía la oportunidad seguía yendo a la iglesia de su amigo. Sus padres de vez en cuando le decían algunas cosas sobre eso, pero no era nada que no podía soportar.
Él creció espiritualmente y un día cuando un misionero que estaba sirviendo en África visitó la iglesia, el Señor lo llamó a servirle como misionero. Bruce luchó mucho con esta decisión, pues él quería ser un lingüista y ya iba en un buen rumbo para esa carrera, ya que le encantaban los idiomas.
Cuando Bruce vio al misionero por primera vez, lo despreció; pues pensó en cómo podía andar vestido tan informal y desaliñado. Más Bruce no sabía lo que Dios tenía en mente para él mismo.
Para Bruce había sido muy difícil ser el único cristiano verdadero en su hogar, él se sentía solo muchas veces. Finalmente, él rindió toda su voluntad al Señor y Él puso en su corazón ser misionero en una de las tribus de Suramérica.
Bruce sabía que, para ser aceptado en una junta misionera, necesita cursar la universidad. Así que comenzó a estudiar lingüística. Pero al poco tiempo, él se dio cuenta que Dios no lo quería en ese lugar. Bruce fue rechazado por la junta misionera, él estaba muy decepcionado y no sabía qué hacer. Él continúo orando y Dios lo guió a la tribu Motilona, que residían entre las fronteras de Venezuela y Colombia. Él había escuchado de ellos mientras estaba en la universidad, así que decidió que era tiempo de ir...(más en la otra semana)
Leer: 1 Samuel 28-31; Salmo 18; Proverbios 19
¿Por qué Jehová no contestó las preguntas de Saúl?