Preparando para la oración eficaz
“Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te invocare. Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites.”
Salmos 141:1-4
Se nota que David comienza su oración, básicamente preparándose para la oración. Todos queremos ser escuchados, especialmente por Dios. Pero ¿cuántas veces hemos entrado en oración pidiendo algo de Dios, sin antes revisar si estamos bien con Él?
Estoy convencido que la mayoría de Cristianos tienen un concepto un poco erróneo en cuanto a la oración. Aunque he escuchado a muchas personas quejarse por que Dios supuestamente no escuchó o no contestó su oración, no recuerdo la conversación con alguien quejándose porque no estaba con los pensamientos correctos antes de entrar en la presencia del Señor.
Tenemos un gran privilegio en poder hablar directamente con el Creador de todo el universo, pero también tenemos una responsabilidad en prepararnos por eso mismo. Que dulce poder tener comunión con Dios, pero no sucede sin ajustar nuestra parte. Cada relación fuerte depende de la comunicación honesta, no es diferente con Dios.
Hoy, antes de entrar en su tiempo de oración con Dios, pida a Dios que le ayude a identificar cualquier cosa que haría estorbo en sus oraciones y su tiempo de comunión con su Creador y Salvador. Disfrute una cercanía real con Dios pero esté listo para eso desde antes.
Leer: Salmos 56, 120, 140-142
Hacer un pequeño estudio sobre la palabra “selah” para ver su significado y propósito en los Salmos.