Porque Dios oía a las palabras de Daniel
“No temas, Daniel, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido yo”.
Daniel 10:12
En Daniel 10:12, vemos un momento poderoso en la vida de Daniel. Él no solo oró, sino que dispuso su corazón para entender y se humilló ante Dios. La respuesta del ángel es clara: “Desde el primer día… fueron oídas tus palabras”. Dios escuchó a Daniel porque su corazón estaba preparado, humilde y abierto a la voluntad divina. Esto nos enseña una verdad profunda: Dios no solo escucha nuestras palabras, sino que también ve la condición de nuestro corazón.
Imagine un submarino en tiempos de guerra, navegando en las profundidades del océano. El operador de sonar está atento, escuchando cuidadosamente cada señal, cada eco. Un solo sonido fuera de lugar podría significar la diferencia entre la vida y la muerte. Su atención no es casual; está entrenado, enfocado y listo para captar incluso el más mínimo ruido. De la misma manera, Dios está atento a nuestras oraciones, pero Él busca un corazón que, como el de Daniel, esté humilde y dispuesto a escuchar Su voz. No se trata solo de hablar, sino de preparar nuestro corazón para recibir lo que Dios tiene para nosotros.
Cuando oramos con humildad, reconociendo nuestra dependencia de Dios, Él escucha. Pero la humildad requiere que dejemos de lado el orgullo, las distracciones y las agendas personales. Daniel ayunó, oró y buscó a Dios con un corazón sincero, y Dios respondió enviando un mensajero celestial. Esto nos desafía a preguntarnos: ¿Está usted orando con un corazón humilde? ¿Está realmente atento a lo que Dios quiere decirle, como el operador de sonar que no se pierde ni un detalle?
Aplicación Práctica:
Prepare su corazón: Antes de orar, tómese un momento para aquietarse y examinar su corazón. Pídale a Dios que le ayude a dejar de lado el orgullo o las distracciones.
Sea constante: Daniel oró persistentemente, incluso cuando no vio una respuesta inmediata. Siga buscando a Dios, confiando en que Él le escucha desde el primer día.
Escuche con atención: Así como el operador de sonar está atento a cada señal, dedique tiempo a escuchar la voz de Dios a través de Su Palabra y en la oración.
Dios oye sus palabras, pero Él también ve su corazón. Humíllese ante Él, prepárese para escuchar, y confíe en que, como Daniel, su oración mueve el corazón de Dios.
Video de hoy: https://youtu.be/lA77PAOpQHE
Leer: Daniel 10-12; Proverbios 16
¿Qué estaba haciendo Daniel durante el primer año del reino de Darío?