Siendo Fieles


“Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.

Apocalipsis 2:8-10


Tuve el privilegio de conocer un misionero que sirvió a Dios fielmente por cincuenta años. Él trabajó en el Líbano, comenzó una iglesia Bautista hasta que él y su esposa fueron secuestrados y mantenidos rehenes por un período de tiempo antes de ser liberados y tuvieron que dejar el país. En vez de abandonar el ministerio, ellos iniciaron una nueva obra con el pueblo libanés viviendo en Australia. ¿Por qué sirvieron al Señor por tanto tiempo a través de tantas dificultades y peligros? Porque se dieron cuenta que sus vidas no les pertenecían.

Vance Havner dijo: “Lo que dijo nuestro Señor acerca de cargar la cruz y la obediencia no está en letra fina. Está en relieve en la primera página del contrato”. No se nos ha prometido que nuestras vidas serán fáciles o que las cosas saldrán de acuerdo a tus planes. Se nos ha prometido que Dios siempre estará con nosotros y Él obra para hacer que todas las cosas que sucedan en nuestras vidas trabajen para bien.


Cuando confiamos que Él hará lo que ha prometido, esto nos da fuerza para soportar los retos y las pruebas que enfrentamos. Las recompensas que vienen de la fidelidad no son principalmente en esta vida, sino en la siguiente. Podemos estar confiados que Dios está en control y que un día Él recompensará nuestra obra para Él.


Principio de hoy para permanecer Arraigados: Dios tiene todo el derecho de esperar su servicio fiel sin importar lo que venga.