La atracción del amor

"Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir". Juan 12:30-33


En su libro Buscando las almas el Dr. L. R. Scarborough escribió: "El Sr. Moody hablo de un niño de las calles en Chicago que recorrió muchas cuadras heladas de la gran ciudad, para llegar a la iglesia y la escuela dominical. Un día un maestro de escuela dominical de una iglesia cercana lo detuvo una mañana y le dijo: ¿A dónde vas? El niño dijo: A la escuela dominical del señor Moody. Él dijo: Bueno, eso está a muchas cuadras de distancia. Ven a mi clase dominical está más cerca. El niño dijo: No. El maestro insistió y como no pudo convencer al niño finalmente le preguntó por qué iba tan lejos con el frío de la ciudad hasta la escuela dominical del señor Moody. Él dijo: ¡Porque allá aman a las personas!”. 


Las almas perdidas buscan amor, ellas anhelan amor; y si no lo encuentran en nuestros corazones y en la atmósfera que creamos en nuestras iglesias y escuelas dominicales, ¡irán cojeando al infierno sin el amor!


Los escribas y los fariseos criticaron a Jesús porque comía con los publicanos, hablaba con mujeres inmorales e incluso tocaba a los leprosos. Estas relaciones fueron impactantes para aquellos que se enorgullecían de su honestidad externa y no querían tener nada que ver con "pecadores". Jesús, sin embargo, enfatizó la prioridad del corazón y demostró amor a aquellos que conoció. Como resultado, "… Gran multitud del pueblo le oía de buena gana" Marcos 12:37. Su amor sacrificial atraía a las personas hacia Él. Si deseamos llegar a las personas con Cristo debemos amarlas como a nosotros mismos.


Principio para renovarse hoy: Cuando tratamos a aquellos a quienes encontramos con amor y compasión, se sentirán atraídos por el Salvador través de nuestras vidas.  


12 de febrero - LEER - Números 3-4

¿Cuál era la edad en la que tenía que salir del servicio del Tabernáculo, en donde requería más labor física?