Cómo el amor perdona

"Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Lucas 15:21-24

Aunque hay muchas lecciones que se pueden extraer de la historia del Hijo Pródigo, la razón principal por la que Jesús contó las tres parábolas que incluye la conocida historia de un padre cuyo hijo se fue de su casa y lo deshonró fue para resaltar el error de Los fariseos. Criticaban a Jesús porque mostró gracia a los perdidos: "Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come”. Lucas 15:2. Querían la condenación de los pecadores, sin darse cuenta de que estaban tan necesitados de la gracia y el perdón de Dios.

Cuando el hijo prodigo regresó a casa, después de haber desperdiciado toda su herencia, su padre lo recibió con los brazos abiertos. Él no reprocho todos los pecados de su hijo y exigió una rendición de cuentas por ellos. No pidió que su dinero fuera devuelto con intereses. No insistió en un período de espera para demostrar un verdadero arrepentimiento de su hijo. Abrió los brazos y le dio la bienvenida a su hijo para que volviera a estar en comunión con la familia.

Esta es la manera en que Dios nos perdona, y es el ejemplo que debemos seguir con los demás. Dios declara: "Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades”. Hebreos 8:12. Este tipo de perdón evita que la amargura crezca en nuestros corazones y destruya las relaciones.

Principio para renovarse hoy: Cuando el verdadero amor perdona a alguien, nunca vuelve a tener la ofensa sobre su corazón.

18 de febrero - LEER - Números 16-17

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