El Dios que no cambia
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla.
Números 23:19–20
Como parte de esta historia un poco particular, encontramos al profeta Balaam declarando una verdad muy importante acerca de Dios. Él declaró que Dios no cambia y que cuando Dios dice algo, así es y así será. Vinculado con el hecho que Dios no cambia es que nuestra obediencia a Dios tampoco cambia.
Muchas veces cometemos el error de asumir que Dios es cambiante y fluctuante y que nosotros podemos insistir en algo y va a cambiar lo que Dios desea por nosotros.
Todos hemos observado el escenario doloroso de cuando un padre o madre de un niño rebelde no está haciendo caso a su padre, y luego el niño pide algo, y si no recibe lo que pide, comienza a insistir y insistir hasta que el padre frustrado y débil ceda a los deseos del niño.
Nosotros no podemos cambiar a Dios ni a lo que Dios desea. Debemos estar más que bien en solo obedecer lo que Dios tiene por nuestras vidas.
En vez de buscar maneras de evitar lo que Dios tiene por su vida, decidir de seguirlo de inmediato y por completo desde un solo.
Leer: Números 23-25; Proverbios 5
¿Cuántas veces declara Balaam algo con la idea “voy a hacer lo que Dios dice” desde capítulo 22?