Ley de los votos
Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado.
Números 30:1
La ley de los votos en el Antiguo Testamento hace referencia a las promesas y compromisos que los israelitas debían cumplir, estas leyes destacan lo importante que eran las palabras y las escrituras de Dios. Son instrucciones divinas sobre la importancia de los votos y compromisos, reflejando la seriedad con la que Dios considera nuestras acciones y promesas. La palabra de un hombre era suficiente para poder establecer un compromiso. Es una revelación sobre la autoridad en las relaciones familiares.
Hacer un voto era un acto solemne que requería cumplimiento. Moisés era un líder y también mediador entre Dios y el pueblo. Él establece que el hombre debe cumplir con su palabra, no tiene excusas para no hacerlo. Lo revelado debería de ser la responsabilidad personal y la integridad que se espera de un creyente. Más sin embargo, es diferente para las mujeres. Sus votos deben tener el consentimiento de sus esposos o padre. Lo que mostraba en la sociedad y a Dios, que las autoridades masculinas eran predominantes y su presencia en las familias y matrimonios era importante.
En cuanto a las jóvenes solteras, si su padre aprobaba el voto estaba obligada a hacerlo, pero si él no lo aprobaba era anulado y se mostraba la importancia de la familia en la vida espiritual de ella. Las casadas, es similar. Los esposos pueden o no aprobar el voto—si lo aprueban lo hacen, sino está anulado y ella es libre. Nos muestra la interdependencia en el matrimonio, donde ambos cónyuges tienen roles y responsabilidades para cumplir mutuamente. Dios siempre tiene protección en Su amor para la mujer.
Lo que Dios nos revela en este pasaje es la igualdad y dignidad que Él ha diseñado para los hombres y mujeres. Esta ley tiene un reflejo directo del propósito divino de cada uno. El ser humano siendo creado a imagen y semejanza de Dios nos recuerda que tanto hombres como mujeres tienen un valor intrínseco y son llamados a vivir en comunión y responsabilidad mutua.
La ley de los votos ya no está presente pero si puede ser un recordatorio de la importancia de nuestras promesas y el compromiso que tenemos entre Dios con nosotros.
Leer: Números 28-30 y Proverbios 6
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