Habita en nosotros

“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. 

Éxodo 25:8


El Señor mostró Su gloria al pueblo. En los capítulos anteriores, Él usó a Moisés; y por eso el pueblo tuvo la oportunidad de alcanzar la plenitud de presenciar la gloria de Dios. La construcción específica del Tabernáculo tenía un propósito, cada detalle fue muy bien dado, porque Dios quería que este lugar se usará para la oración, la adoración y para encontrase bien con Dios. Era una casa en la que podían recibir “lo que fuera necesario”. 


En el Tabernáculo se encontraba la gloria de Dios y Su presencia. Mientras estaba en medio de Su pueblo, todo entendieron que ahí estaba Él; entonces era un símbolo de la presencia de Dios. 


Había una sola entrada frente al altar del sacrificio, simboliza a Jesús y que Él es la entrada. El altar elaborado de bronce simboliza a Jesús, pues ahí es donde hacían el sacrificio y Él sería el Cordero perfecto sin mancha. La fuente o lavabo era para que los sacerdotes pudieran lavarse los pies y manos. Necesitaban limpiarse para entrar. La mesa de los panes significaba un recordatorio de la provisión de Dios, siendo Jesús el pan de vida. El candelabro puede verse como Jesús brillando en el mundo, Su Palabra brillando y la gloria del Señor brillando en medio de Su pueblo. El altar de oro para el incienso mostraba que era ahí donde los sacerdotes presentaban las oraciones del pueblo ante el Señor, como intermediarios—como Jesús hace por nosotros. El velo, era para separar el lugar santo de Dios y el pecado del hombre, por eso debían limpiarse antes de pasar al otro lado del velo. Ahí se encontraba el arca del testimonio, que era un símbolo de la presencia del Señor. Ahí mismo el sacerdote después de haber hecho el sacrificio llevaba la sangre para rociarla sobre el arca simbolizando la sangre de Jesús que limpia nuestros pecados.


Había un orden por Su tabernáculo y todo fue presentado como un símbolo que más adelante en la historia podríamos comprender— la relación con Jesús y Su precioso sacrificio que hizo aquí en la tierra. Hoy en día podemos gozar de una relación directa con Dios. Siendo salvos ya nuestros pecados han sido lavados por medio de Su sangre y solo Jesús podría ser un mediador. Ya no es necesario ir ante hombres para expiar los pecados, todo es directo con Él, Jesús está en nosotros, ya habita en medio de Su pueblo, Su iglesia, es decir nosotros. 


Este día disfrute de la comunión con Dios, agradezca por el sacrificio que Jesús hizo para que pudiéramos disfrutar de una relación directa con Él y por cada detalle que ha sido revelado a nosotros. Hoy podemos andar en comunión con Dios. 


Video de hoy: https://youtu.be/sj3IZ1EJM94 


Leer: Éxodo 25-27 y Proverbios 7

¿Qué detalle de la construcción del Tabernáculo le llamo más la atención?