Una Fuente de Fortaleza

“El camino de Jehová es fortaleza al perfecto;
Pero es destrucción a los que hacen maldad”.
Proverbios 10:29

En su gran alegoría El Progreso del Peregrino, John Bunyan pinta muchas figuras maravillosas del viaje de Cristiano al cielo. Una de ellas se encuentra en una historia llamada "El Fuego en la Pared". Peregrino ve una extraña visión, hay un fuego encendido en el borde de una pared. Él ve a un hombre de pie lanzando cubos de agua sobre el fuego, tratando de apagarlo. "Sin embargo, el fuego ardía más y más alto", dice Peregrino. "¿Por qué es esto?" Él no entiende hasta que el intérprete le muestra el otro lado de la pared. Hay otro hombre que está alimentando con aceite el fuego para mantenerlo ardiendo brillantemente. "Este es el Cristo", explica el intérprete, "que continuamente, con el aceite de Su gracia, mantiene la obra ya iniciada en el corazón".

Cuando hacemos la obra de Dios y andamos en los caminos de Dios, tenemos la promesa de la gracia de Dios para fortalecernos en nuestras vidas. Pablo escribió: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). A veces nos basamos en nuestros propios recursos y tratamos de hacer el trabajo nosotros mismos, pero tal esfuerzo está condenado al fracaso. No podemos hacer lo que Dios desea que nosotros hagamos sin la fuerza que Él ofrece. Sin embargo, cuando tenemos esa fuente sobrenatural de fortaleza grandes cosas se hacen posibles.

Cuando Elías huía de Jezabel, un ángel se le acercó y le dijo: "Levántate y come, porque largo camino te resta" (1 Reyes 19:7). En la fuerza proporcionada por la comida que el ángel preparó Elías fue capaz de correr durante cuarenta días y noches. El poder de Dios nos permite lograr lo que se ha planeado para nosotros. Sabiendo lo impotentes que somos sin Su poder, debemos estar constantemente buscando Su gracia y favor para Su obra.

Precepto del libro de Proverbios para el día de hoy: No trate de hacer frente a sus batallas en sus propias fuerzas; mejor confíe en la fuerza que Dios provee.