1 de enero, 1896
El orgullo siempre es un obstáculo para el avivamiento
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado…” -2 Crónicas 7:14
Gypsy Smith regresó a los Estados Unidos para predicar su quinta cruzada allí. Mientras que caminaba por la ciudad donde su primera reunión empezaría, él meditaba en el mensaje que estaba por predicar y oraba para que muchas almas fueran salvadas. Cerca del auditorio donde alquilada e iba a tener el culto; un rótulo grande llamó su atención. “Gypsy Smith: el evangelista más grande del todo el mundo.” El Espíritu Santo tocó su corazón y entrando en el edificio, mandó a quitar el rótulo inmediatamente.
Tendemos a pensar que el orgullo es algo insignificante, por lo menos en nuestras propias vidas. Pero Dios lo ve como abominación. “Abominación es a Jehová todo altivo de corazón ;”-(Proverbios 16:5). Es ridículo pensar que podemos tener avivamiento sin Dios, dejándolo lejos por nuestro orgullo y autosuficiencia. “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.”- (Salmos 138:6). Dios no está atraído por nuestra jactancia sino por nuestro quebrantamiento. “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.”- (Salmo 34:18).
Humildad es el hilo común que conecta a todos los siervos útiles de Dios. Aquí en el principio del año, necesitamos tener un funeral por nosotros mismos. El “yo” de nuestras vidas tiene que morir y ser enterrado. Así el avivamiento va a llegar a nuestras vidas, nuestras iglesias y nuestras comunidades.
Cuando consideramos lo que Cristo ha hecho por nosotros, vamos a orar y vivir las palabras del Apóstol Pablo en Gálatas 2:20, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Comience este año nuevo por morir a sí mismo. Avivamiento es nacido sobre la tumba del orgullo.
Lectura de hoy:
Génesis 1-2 // Salmos 1-2 // Mateo 1-2
