Una Iglesia que Sufre


“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”.

Apocalipsis 6:9-11


Tertuliano, uno de los líderes de la iglesia primitiva en África, escribió: "La sangre de los mártires es la semilla de la iglesia". Desde los días del Nuevo Testamento, hasta ahora ha sido así. Según la Enciclopedia Evangélica Mundial, desde la muerte de Jesucristo, 43 millones de cristianos se han convertido en mártires. Más de la mitad de esas muertes se produjeron en el siglo pasado. Más de doscientos millones de creyentes, de los cuales más de la mitad de ellos niños, son perseguidos a diario. Cada día, más de 300 personas son martirizadas por su fe.


A causa de la libertad religiosa en los Estados Unidos que los creyentes disfrutan, es importante que pausemos para recordar a los que están literalmente, arriesgando sus vidas al mostrar públicamente su posición como cristianos. Debemos orar y apoyar a estos valientes hombres, mujeres y jóvenes, y también debemos decidir mantenernos firmes por nuestra fe.


Incluso en lugares donde la ley garantiza la libertad religiosa, hay un creciente esfuerzo por silenciar a los cristianos que hablan abiertamente sobre temas sociales desde un punto de vista bíblico. Es considerado intolerante, odioso y mezquino, declarar lo que Dios dice sin comprometer Su Palabra. Y llegará el día cuando nosotros también seremos llamados a tomar la decisión de permanecer callados, o arriesgar nuestras vidas por la verdad.


Principio de hoy para permanecer Arraigados: Oremos por los cristianos que son perseguidos y que están sufriendo hoy en día, y comprométase a tomar su posición de la misma forma.