Fiel antes de poder

“Mi amado es mío, y yo suya; él apacienta entre lirios.

Cantares 2:16


En un mundo que a menudo confunde el éxito con el estatus, la belleza con el poder y el amor con la posesión, Cantar de los Cantares nos ofrece una historia alternativa—no solo de pasión, sino de fidelidad frente a la tentación.


Aunque muchos leen este libro como un diálogo poético entre Salomón y su amada, yo creo que: Salomón no es el verdadero amado, sino el perseguidor. Él es el rey—rico, persuasivo y poderoso—que intenta añadir a una joven más a su numeroso harén (6:8). Pero la sulamita no está impresionada. Ella espera. No riqueza, sino amor. No lujo, sino sinceridad.


"Mi amado es mío, y yo suya" (2:16)


Esta no es la voz de una mujer seducida por la fama. Es la voz de una mujer firme, entregada a un amor auténtico—el de un pastor humilde, que tal vez no puede competir con un rey en riquezas, pero cuyo amor es verdadero.


En Cantares 1:4-6, ella es llevada al palacio, pero su corazón no se impresiona por la grandeza. En cambio, lamenta estar lejos de sus ovejas y del amado de su alma. Sus sueños y anhelos (3:1-4) no giran en torno a banquetes reales, sino a encontrar a su verdadero amor en las calles.


"Yo soy de mi amado, y mi amado es mío" (6:3)


Ella no está en venta. Ya ha entregado su corazón—y no lo va a recuperar.


¿Cuántas veces nosotros, como la sulamita, nos encontramos en los palacios de las ofertas del mundo? La carrera, la aprobación, el reconocimiento religioso—todas estas cosas brillan como el oro de Salomón. Prometen comodidad, estatus y control. Pero el amor verdadero, como el del pastor, no viene con trono ni ejércitos—solo con una presencia fiel.


¿Estás esperando el amor verdadero—o conformándote con lo impresionante?¿Estás permaneciendo fiel a tu Pastor—Jesucristo—o estás escuchando la voz seductora de un amor falso? Seamos como la sulamita: fieles, firmes, esperando al único que verdaderamente ama nuestra alma.


Oración: Señor, enséñanos a reconocer la voz de nuestro Pastor entre el ruido del poder seductor. Ayúdanos a no dejarnos atraer por la riqueza o el estatus que quieren poseernos. Guarda nuestros corazones fieles a Ti—nuestro verdadero Amado—quien dio Su vida, no para poseernos, sino para amarnos. Amén.


Video de hoy: https://youtu.be/BSf3JdvMdfU

Hay un PDF con la guía de conversación conectado.


Leer: Cantares 1-8

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