Dejando el pasado atrás

“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño” Salmo 32:1-2


Él era un asesino a sangre fría, él no solo iba por ahí matando al azar lleno de ira. Él planeaba cada golpe y viajaba largas distancias para alcanzar a sus víctimas. Su objetivo principal era destruir a los seguidores de Cristo. Él era Saulo de Tarso, mejor conocido como el apóstol Pablo. Después en su vida él escribió: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad” (1 Timoteo 1:12-13).

Si Pablo se hubiera permitido cargar la culpa de lo que hizo en el pasado antes de su salvación, no hubiera podido servir a Dios de la manera tan efectiva en que lo hizo. Él no estaba atado por las cadenas del pasado porque tenía confianza en el perdón de Cristo. 

Muchas personas viven en la esclavitud de los pecados que ya le han confesado a Dios y que ya han sido perdonados. El diablo los atormenta con el recordatorio de que ellos le han fallado a Dios. Pero Dios no nos trata así. Los pecados que son perdonados se borran de nuestro récord por siempre. Pablo escribió una de las declaraciones más grandes de esta verdad: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1). Si usted se siente condenado por un pecado del cual ya se arrepintió, la condenación no es de Dios y usted no tiene razón de sentir esa culpa. 


Principio de renovación de hoy: Una vez que su pecado ha sido confesado y olvidado, déjelo en donde pertenece, en el pasado. 


26 de septiembre - LEER - Habacuc 1-3 y Sofonías 1-3


Habacuc argumenta que Dios es demasiado Santo para permitir a los caldeos de oprimir Su pueblo porque no importa que malvado son los judíos, todavía son más justos que las naciones paganas (1:13). ¿Cómo responde el Señor (2:3)?


Cuando Israel pidió y recibió un rey como otras naciones, ellos eligieron una monarquía en vez de en una teocracia. ¿Cómo va a ser revocado de acuerdo con Sofonías 3:15?