Fe para el final

“Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”

Filipenses 1:3-6


Charles Spurgeon se convirtió en pastor cuando era aún un adolescente. Uno de las fuentes de ánimo que más lo motivaron en el ministerio fue la oportunidad de ver la vida de otro predicador; su abuelo. Ese buen hombre trabajó en la misma iglesia por más de cincuenta años. Spurgeon habló de la conversación que tuvo con su abuelo al final de su vida. “A la edad de ochenta años predicaba con denuedo, cargado de enfermedades, pero con tanto gozo como cuando era joven, su tiempo le había llegado. Pudo decirme al final, cuando habló conmigo: ‘No sé si mi testimonio para Dios ha cambiado alguna vez respecto a las doctrinas fundamentales; he crecido en experiencia, pero desde el primer día hasta ahora, no he tenido nuevas doctrinas qué enseñarles a mis oyentes”.


El llamamiento de Dios no es para unos pocos años de vida, es para siempre. Pablo escribió: “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Romanos 11:29). Dios quiere que nos mantengamos fieles en nuestros matrimonios, nuestras familias, nuestras iglesias y a Su trabajo todos los días de nuestra vida. Mientras hay personas que pueden parar de trabajar o apartarse, nosotros podemos permanecer fieles; no por nuestro poder o fuerza de voluntad, sino por el poder de Dios que nos sustenta. Él ha prometido terminar la obra que ha comenzado en nuestras vidas. Es nuestra obligación seguir trabajando mientras ÉL nos llama a casa. 



Principio de renovación de hoy: Saber que Dios es fiel y que nos sustentará debe de fortalecer nuestro compromiso a permanecer fieles a Él hasta el fin de nuestras vidas. 


03 de noviembre - LEER - Juan 1-2


¿En cuánto tiempo fue edificado el templo? Y ¿en cuánto tiempo dijo Jesús que lo levantaría?