Un amor por los demás


“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”

Mateo 9:36-38


David Brainerd nació en Connecticut en 1718, quedó huérfano cuando era adolescente y un pastor local se lo llevó a su casa. Cuando tenía veintiuno, Brainerd fue a estudiar a la universidad de Yale. Él estaba convencido de que podría ganar el favor de Dios por su propia cuenta, pero vino a convicción durante un servicio de avivamiento y se dio cuenta de que la salvación era solamente por la gracia de Dios. Cuando Brainerd terminó su educación, decidió convertirse en un misionero a los indios de América. Él rechazó la oferta de un pastor de una iglesia grande y rica en Nueva York para vivir en la pobreza entre los indígenas.

Empezó a trabajar en Massachusetts, Pensilvania y en Nueva Jersey, haciendo largos viajes. A menudo tenía que dormir afuera en condiciones meteorológicas adversas. Brainerd dijo: “No me importa dónde o cómo vivo ni lo que tenga que soportar para poder ver almas salvas. Cuando duermo, sueño con ellos; cuando me despierto, ellos son los primeros en mis pensamientos”. Su cuerpo nunca fue fuerte, era enfermizo, contrajo una enfermedad pulmonar y murió en la casa de Jonathan Edwards a la edad de veinte y nueve años.

Aunque no vio a muchos convertidos durante su vida, su historia se convirtió en un desafío muy útil para llamar a muchos a la obra misionera.

Es imposible de amar a Dios como deberíamos sin demostrar nuestro amor por los demás. La gente que conocemos necesita saber el mensaje porque ellos también pasarán la eternidad en el cielo o infierno. Dios nos ha mandado a hablarles de la única esperanza para la salvación a través de Jesucristo. No hay mayor demostración del amor de Dios que compartiendo el mismo con los demás.


Principio de renovación de hoy: Su amor a Dios está mejor expresado en su amor por los perdidos.


02 de octubre - LEER - Mateo 5-6


¿Qué evento horrible pasó en Mateo 2 que fue profetizado en Jeremías 31:15?