Opuestos

17 Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. 18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo. 19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.

Éxodo 32:17-19


Día y noche, arriba y abajo, blanco y negro, bueno y malo — existen muchos opuestos alrededor de nosotros. Los encontramos y los “vemos” todos los días. Pero creo que la lectura de hoy, la comparación entre capítulo 30, 31 y capítulo 32 son uno de los más extremos que existen. 


Comenzamos con algunos de los muebles, vistas, olores y pensamientos tan puros, bonitos y santos. ¿Puede imaginarse entrando en el Tabernaculo? ¡Oh, qué bello! Las esencias aromáticas mencionadas, el oro, el olor tan especial, las luces brillando en la oscuridad del lugar…¡qué precioso! Podría sentirse la presencia de Dios, podría oír Su voz, podría estar completamente limpio de pecado, podría estar preparado de servir a Él y de verdad estar bien con Él. Me gustaría quitar los siguientes capítulos de la Biblia.


Aquí está el opuesto—sonido de guerra, gritos, danzas raras, música rara, humo pagano, desnudez. ¿Cómo puede la misma gente que hace pocos días había dicho que iban a seguir todas las Palabras de Jehová; estar haciendo cosas tan feas y opuestas a los planes de Jehová?


Y una nota única aquí…Josué pensaba que escuchó gritos del campamento, pero Moisés lo reconoció como canto. Por las palabras y pensamientos diferentes de estos dos hombres piadosos, podemos entender que hay “música” que es muy diferente y opuesta a la presencia de Dios. Josué estaba arriba esperando a Moisés, listo de obedecer. Él se dio cuenta que la música que honra a Dios no debe tener el ritmo, gritos y toque del mundo—para él, ni era música. Moisés se dio cuenta que el pueblo estaba en pecado por su música mala y se enojó justamente por eso. 


Oh, quiero honrar a Dios con mi vida. No quiero estar viviendo opuestos. No quiero estar bien y santo el domingo y actuando como lo hace el mundo el lunes. No quiero confundir a los cristianos jóvenes entre lo correcto y lo del mundo. Quiero estar de verdad viviendo en la presencia de Dios porque Él vive en mí. No quiero tocar, jugar o identificarme con el mundo y los ídolos solo porque se siente bien. Quiero ser el tabernáculo de Cristo, donde Él puede morar sin vergüenza. 


Seamos en el lado opuesto hoy y quedémonos ahí, no jugando entre ellos.


Video de hoy: https://youtu.be/SYV01F11QLA


Leer Éxodo 30-32; Proverbios 9

¿Cuántas esencias y/o hierbas observa en los capítulos 30-31?